La energía sexual es básicamente creadora, que motiva a vivir, tiene que ver con el deseo, la búsqueda del placer y de relacionarnos con otros.
Según como administremos esta energía y como la usemos (ya que en sí alberga diferentes escalas o niveles) se puede usar para crear otro ser humano, para AMAR más, para expandir la consciencia o ser una simple válvula de escape donde se drena y desgasta sin consciencia del real poder vital que en sí misma contiene.
En definitiva, la energía sexual determina la forma en que nos relacionamos con otras personas, con nosotros mismos y con todo nuestro entorno ya que somos seres sexuales.
Uno de los objetivos fundamentales es aprender a utilizarla conscientemente y no mal utilizarla o malgastarla, evitando, por ejemplo, las fugas de energía o creando engramas de dolor al hacer mal uso de ella.
Alquimia sexual
Es bueno saber, que esta energía es la más densa que producimos y que proviene de un espacio que se encuentra entre los riñones, llamado MINGMEN o puerta de la vida o el destino y desde allí, se direcciona a todo el organismo, llegando a poder sutilizarse, para lograr creaciones más bellas y experiencias más sublimes, utilizando técnicas alquímicas que tienen este fin.
El tantra, como filosofía de vida, alberga en su interior las infinitas posibilidades de manifestación a través de la comprensión profunda sobre su uso en forma cotidiana.
Adentrarnos en el maravilloso universo de las múltiples potenciales que ofrece la energía sexual, correctamente encausada, es indispensable si queremos experimentar la mejor versión de nosotros mismos.
Muchas veces, esta energía ha sido manipulada, sufrido abusos o directamente ignorada, por lo tanto, en algunos casos, se necesitará hacer un trabajo previo de sanación para que la misma pueda expresarse pura y saludable, en su máximo potencial.
Te invitamos a que abras tus alas y te animes a experimentar las vibraciones más elevadas de tu propia energía energía sexual, a través de la alquimia interna, ya sea que estés en pareja o en soledad.
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