Una buena nutrición requiere de mucho amor y un estado de presencia pleno.

Observando a qué le damos energía y a qué no, esto es esencial, ya que nuestro estado interno depende de la cantidad y calidad de energía que poseemos. Las diferentes formas de pensamiento juegan un papel esencial en nuestro estado de nutrición.

Nos nutrimos de alimentos sólidos, líquidos, aire, sol, pensamientos, emociones, relaciones y por supuesto, de energía espiritual.

Pensar bien, comer bien, sentirse bien, requiere de nuestra atención constante y plena, para elegir lo más amoroso y evolutivo posible, en cada momento.

El aire que respiramos la forma en que lo hacemos, el agua que tomamos, lo que le podemos agregar para volverla más alcalina y estructurada y obviamente, la cantidad que tomamos al día, requieren de nuestra plena atención plena.

Muchos ingredientes de nuestra alimentación diaria, pueden ser importantes a la hora de poder elegir como nutrirnos para lograr ser la mejor versión de nosotros mismos, obteniendo como resultado, una regeneración celular optima, tejidos sanos y jóvenes, una mente despierta, mayores conexiones neuronales y por supuesto, un buen descanso y una profunda relajación.

Mantener en armonía el eje MICROBIOTA –NERVIO VAGO-CEREBRO es esencial para lograr una alimentación consciente. Siempre hago hincapié en este eje esencial de vida.

Las microbiotas, una red de vida interna interconectadas entre si.

Cada día aprendemos más sobre las diferentes funciones de las distintas microbiotas en el organismo, los vínculos existentes entre disbiosis y desequilibrios en la salud, la sinergia entre ellas y la relación que existe entre la salud intestinal (donde se encuentra la mayor población de microorganismos que forman la microbiota) y los estados mentales y las emociones.

Súper alimentos

Hoy día, podemos hablar de muchos súper alimentos, que colaboran con una nutrición que potencie nuestra geografía humana, como por ejemplo:

Lo que nos ofrece el reino fungi, en toda su amplia gama de posibilidades,  Los productos de las abejas a través del propóleo o el polen, por ejemplo, las algas marinas, el aceite de coco, el agua de mar, el Ormus, el cacao amargo, las infusiones alcalinas como el té verde y otras que nutren profundamente nuestras células madres.

Lograr un PH sanguíneo alcalino y una glucemia baja favorecen enormemente nuestro estado de salud y esto se logra, estando presentes en que comemos y como comemos.

Necesitamos una buena nutrición también para nuestros ojos, nutrición para nuestros sentidos y para todo nuestro SER, a través de relaciones armoniosas y el mayor contacto posible con la naturaleza, lo que implica comprometernos con la vida e ir siempre por más! Sabiendo que el placer y el disfrute por lo que hacemos y como lo hacemos son también una forma consciente de nutrición.